Misterios




LAS BRUJAS DE TAMARITE

“Poder tenían las tales, que hasta desataron de los cielos la más terrible tormenta de todos los tiempos: cayeron, no piedras, que rocas eran las que bajaban a peso de la negra techumbre en que habíase convertido el firmamento...”



Juana Bardají y Margalida Escuder lograron salvar su vida y pasaron a las cárceles de
la Inquisición; sin embargo, siete mujeres de la población murieron ahorcadas por la justicia ordinaria en el año 1656. 


La Justicia ordinaria aragonesa fue mucho más dura con los casos de brujería que la propia Inquisición. En la zona norte se promulgaron muchos desaforamientos, es decir, estados de excepción para perseguir a las brujas.
Desde el siglo XIV hasta finales del siglo XVII hubo 500 supuestos brujos o acusados de brujería en Aragón. Mientras que la última sentencia de muerte por la Inquisición fue en 1537 (normalmente eran condenadas a seis meses de reclusión), la justicia ordinaria condenó a muchas brujas a la horca.


JUANA BARDAXÍ Y MARGALIDA ESCUDER

En  el año 1626 en Tamarite de Litera, la Inquisición acusa a Juana Bardaxi y Margalida Escuder, por practicar brujería, matar animales, y provocar daños en un niño. Existen datos de este proceso:


“Apéndice 7.- Relación de causa de Margalida Escuer.- A.H.N.S.I. Libro 991.- Folio 894 v.- Margalida Escuder, viuda de Juan del Puey, sastre, vecina de Tamarite de Litera y natural del lugar de Pelegriñón, junto a Tamarite, de edad 70 años …”  

“Apéndice 8.- Relación de causa de Juana Bardaxi.- A.H.N.S.I. Libro 991. Folio 897 r. Juana Bardaxi, viuda de Arnau Clíos, francés, vecina, natural de la villa de Tamarite de Litera, de edad 70 años, estando presa en la Carcel de la Justicia …”


“ … Margalida Escuer y Juana Bardaxi intentaron matar a un niño mediante un güento, pero no lograron su intento. También declaran haber matado a tres caballerías; si bien no se dice el procedimiento, el albéitar diagnosticó “escanasia. Hay bastantes posibilidades de que utilizaran algún tóxico …”

A través de sus declaraciones se puede entrever algunas de sus acciones y el curso de su iniciación. Siempre son inducidas por otras mujeres, y como en el caso de Juana Bardaxí, de Tamarite de Litera, la posibilidad de vengarse de una injusticia les hacía seguir este camino de la magia. Juana era viuda de un francés, la habían echado de su casa, y por tanto ya despertaba sospechas por su situación marginal.
Margalida Escuder, viuda de 70 años y habitante de Pelegriñón confiesa después de ser interrogada y torturada, que además de la adoración al demonio, sobretodo hacían hechizos que provocaban grandes tormentas de granizo. Esto lo lograba Margalida, en compañía de otras brujas orinando en el suelo y recogiendo el barro formado, que lanzaban al aire. Este ritual lo corrobora Juana Bardaxí.
Una noche, en compañía de otras brujas, partieron a unas viñas cercanas al pueblo, y allí vieron al mismísimo señor del Averno, montado en un caballo negro. También relatan que ven a su “maestra” bailando detrás del demonio, en figura de perro, por toda la villa. Y ambas admiten haber mantenido encuentros sexuales con el demonio.
En 1626 fueron trasladadas a Zaragoza desde la cárcel de su localidad. Estos dos procesos se saldaron con penas muy leves, comparadas con la horca que empleaba la justicia local: obligación de llevar hábito unos meses y estar recogidas en una casa donde se les diera instrucción religiosa unos meses más. 

Antigua cárcel de Tamarite
Balconet de les bruixes, Tamarite de Litera,
donde celebraban sus aquelarres




EL DUGO Y CASTILLONROY

Castillonroy se levanta sobre un cerro de tierra rojiza, y de ahí toma su nombre, del color de la construcción militar.

En los alrededores del castillo existe un lugar llamado la 'Cueva del Dugo', y cuenta la leyenda que en la Edad Media allí habitaba un dragón volador que estaba al servicio de los señores, y que le mandaban contra los campesinos para que no se negaran a pagar los impuestos. 

Cansados, los vecinos del pueblo acabaron con el Dugo una noche de San Juan y la sangre que salió de su cuerpo tiñó de rojo a la población, de allí se explica el nombre del pueblo. Y desde entonces, los señores del castillo sin la ayuda del dragón no pudieron seguir cometiendo desmanes, dejando más tranquila a la gente de Castillonroy..

MALDICIONES, FENÓMENOS 
PARANORMALES Y OVNIS 
EN ROCAFORT

En el mundo de los fenómenos paranormales se considera que Rocafort es un pueblo maldito y misterioso. 

Existe un caso documentado e investigado por el tristemente fallecido investigador ufológico Jaime Sánchez Clota, quien tuvo oportunidad de tomar testimonio a una persona que tras ser abducida apareció en este pueblo. Este joven acabó por sufrir pérdida de tiempo, unas horas muertas de su vida sin saber en donde estuvo ni lo que le sucedió. En un principio este joven accedió a someterse a una regresión hipnótica para intentar averiguar lo sucedido durante esas horas muertas, pero al final y sumido en el miedo no accedió.
Existen testigos que afirman haber sido testigos de extrañas bolas de luz que parecen sumergirse en el interior de las ruinas. También se habla de un extraño monje que se aparece en la iglesia.







LAS BRUJAS DE albelda


Albelda era otra de las poblaciones de aquelarres. Los puntos de reunión de las brujas eran la Aireta y les Santes Creus.
El nombre de Santes Creus puede ser una cristianización del lugar donde se cree que se reunían los brujos, uno de los cuales levantó en una sola noche un gran muro de piedras. Un sábado lograron que se abriera la tierra al sonar la primera campanada, pero al oírse la última se volvió a cerrar. 
Dos brujas fueron famosas: la Guinsa y la Canudeta. Esta última siempre se retrasaba en las reuniones. Cuando en Albelda alguien llega tarde a los sitios aún se dice:

"Totes i están y la Canudeta i falte."